"¿Cuando dejaré de buscar

la casa inencontrable donde respira esa flor de lava,
donde nacen las tormentas, la extenuante felicidad?”

René Cazelles 1953

La suma es más.

El deseo, la complicidad, la vida nos atrapan aquí más que allá.
Nos transfieren capacidad de relacionarnos entre nosotros
con complicidad, estableciendo relaciones de confianza y afinidad
sin apenas darnos cuenta de ello.

El olor de hierba recién cortada

se adueña de la casa y la acerca con suavidad hacia espacios
de libertad reparadora. Espacios llenos de campos donde
el silencio y la naturaleza conviven con poderosa presencia.

Entendemos la arquitectura

y el espacio, como un instrumento para facilitar, invertir y transformar
sueños en realidades. Donde poder recrear en cada instante de vida,
un escenario de poderoso recuerdo placentero.

Centralidad colectiva.

Una nueva cultura de compartir y vivir el espacio común.
Espacios interrelacionados reservados para la expansión,
el juego y el bienestar individual y familiar.

Espacios amigos.

Versátiles, pensados para adaptarse a la vida cambiante.
Lugares y rincones donde la comunicación y la relación fluye
y crece de forma natural.